El Desarrollo
Organizacional trata de cómo funcionan
las personas en las organizaciones, así como del cambio planificado, es decir,
de lograr que los individuos, los equipos y las organizaciones funcionen mejor.
Este cambio
inducido implica:
1.
Un
enfoque sistémico orientado a objetivos concretos, y
2.
Un fuerte
compromiso de los Líderes
3.
Un
proceso adecuado de capacitación
4.
Una
estrategia clara y amplia de comunicación interna
5.
Un
conocimiento global acerca de la dinámica de la organización
La relevancia de este tema, se enfoca en un método a gran escala para
una más completa capitalización del potencial humano, en lo cual el
mejoramiento de las relaciones entre las personas y los grupos para la
consecución de los resultados desempeña un papel central.
La mayoría de
las veces el cambio es abordado pragmáticamente como una acción cosmética hacia
la organización. Esto no es suficiente; se requiere profundizar en la esencia
de una renovación, es decir, una transformación.
Es la
transformación y no el cambio, lo que asegura la adaptación de una organización
ante su entorno, ya que aborda la naturaleza de las necesidades y los
escenarios donde se está inmerso, presuponiendo una serie de procesos
secuenciales y sistematizados.
De allí deriva
el concepto de Cambio Transformacional: para que el cambio se refleje tanto en
la forma como en el fondo de los procesos que se ejecutan, éste debe ser visto
como un quehacer diario, formar parte de la cultura, logrando que recursos y
esfuerzos se alineen para evitar ser
tomados por sorpresa, donde el costo por nuestra falta de observancia, sea
imposible de cubrir.
Para la
construcción del Cambio Transformacional requerimos una visión de largo plazo y
estar dispuestos a alejarse de la búsqueda de zonas de confort, para en su
lugar diseñar el futuro que necesitamos en cuanto a competitividad y liderazgo.
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